“Estén cuerdos”

1.
Por qué. Escribo esto para ver si me organizo y logro saber qué pienso.

2.
Peste. La experiencia pandemia y cuarentena tiene mucho de no-ciencia. Ya sé, la vacuna, los investigadores, los médicos: obvio. Pero la percepción que genera pareciera tener que ver con un miedo a lo no dicho, a lo confuso. Como leí por ahí, lo que vemos es que incluso para la población sin riesgo “el coronavirus es como una gripe fuerte; bueno, es mucho peor que una gripe; bueno, puede que te mueras”.

3.
Ya está. No la careteamos más. Tenemos una existencia digital que compite con la real (y a veces gana). “Nos vemos” y “estás callada” son expresiones que refieren a chats y a videochats. Ni lo aclaramos. Ya no importa la app, la red social. Le entregamos el alma a Internet.

2

4.
Tristeza. Todos los días un rato. A veces me escondo de mi familia como un perro viejo o le saco fotos desde afuera por la ventana como estas de acá. Llevamos seis semanas los cuatro encerrados. Otras veces pido ayuda a mis amigas. Apenas las veo —las veo— hago una mueca de tristeza y digo “es acá, es acá”, golpeándome el pecho, y nos reímos como si estuviéramos fumadas.

5.
Fila. Hacer fila es lo más vívido de la semana. Estar parada en una cola en la puerta de una farmacia, una pescadería, oh. Ni loca saco el celular en esos momentos. Estoy fascinada con los pies de los de adelante. Zapatillas, medias, crocs. Mirarlos e imaginar quiénes son es un gustazo sensitivo que me doy.

6.
Dos. Ayer mi sobrino de 14 que vive en Buenos Aires y que jamás dice una palabra en el chat familiar puso: “No saben lo que sufro”. No supimos qué decirle. Preguntamos cuánto hace que no sale del departamento. “Dos meses”.

3

7.
Vergüenza. Cada vez más. ¡Siento tanta vergüenza! O sea, ¿por qué? ¿Qué problema hay en hablar de política? Posta, ¿qué soy, idiota? Tener estudios en corrección política en el Instituto Superior Sarah Kay no significa que no pueda decir un par de cosas. ¿Qué puede ser tan terrible? Bueno, un poco sé. Que esto que escribo a las 3 am en la cama con una birome en un papel no tenga el menor interés.

8.
Caminatas. Todos los días, tipo 7 u 8, ya de noche, Esteban, las nenas y yo caminamos en cuadrados por el patio. Una hora. En silencio, cada uno con auriculares. Algunos cuadrados Tona y yo los hacemos de la mano y si vamos en sentido contrario, choque-cinco. Ya vimos dos lunas llenas. El suelo está marcado.

4

9.
Adele. Esta semana la cantante inglesa Adele publicó en Instagram una foto suya en la que aparece parada con un vestido negro corto delante de su casa. «Adele» fue trendic topic todo un día por lo adelgazada que está. Su aspecto siempre fue bello y trágico, tipo diosa griega, pero en esa foto de Instagram además aparece con un mensaje de amor y castigo, bien de mito, bien de peste. Dice Adele: “Estén cuerdos”.

10 respuestas a «“Estén cuerdos”»

  1. Se nos hace mas fácil el encierro a los pueblerinos de lugares mas pequeños , yo vivo en la última cuadra del pueblo, frente mio esta el campo , con una vista que el cemento no ha contaminado aún, de todas formas mucho de tu relato todos lo hemos vivido.
    Relato excelente por cierto , felicitaciones y no abandones esto !!!

    1. Hola Horacio, gracias por tu comentario. Si algo creo que va dejar esta experiencia de pandemia es la percepción de que vidas como la tuya, más aireadas, son las que más valen la pena.

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